MENDIGO
Nicanor Parra. Chileno.
En la ciudad no se puede vivir
sin tener oficio conocido:
La policía hace cumplir la ley.
Algunos son soldados
que derraman su sangre por la patria
"Otros son comerciantes astutos
que le quitan un gramo
o dos o tres kilo de ciruelas".
Y los de allá son sacerdotes
que se pasean con un libro en la mano.
Cada uno conoce su negocio
¿Y cuál creen ustedes que es el mio?
Cantar
mirando a las ventanas cerradas
para ver si se abren
y
me
dejan
caer
una
moneda.
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